Felix San Martín

lunes, 26 de diciembre de 2011

A 54 años de la primera Constitución

Este artículo fue publicado en el Diario La Mañana de Neuquén el 28 de noviembre de 2011 (Pag 13) conmemorando los 54 años de la sanción de la Primera Constitución de la Provincia del Neuquén, bajo el Título " A 54 AÑOS DE LA PRIMERA CONSTITUCIÓN".
En la bajada se leia " Fue redactada un dia como hoy pero de 1957 por 24 convencionales, distribuidos en siete partidos políticos. Debido a la ausencia del peronismo, no estubo representada todPrimera Constitución


"En un día como hoy, pero hace 54 años, 24 Convencionales Constituyentes que representaban a siete partidos políticos, aunque no a toda la ciudadanía, sancionaban la ley suprema que finalmente convertía en Provincia al antiguo Territorio Nacional del Neuquén.

No estaba representada en ese trascendental acto toda la ciudadanía, por que los ciudadanos interdictos a partir del 16 de septiembre de 1955, es decir los peronistas, que habían hecho notar su vigencia al lograr, con el voto en blanco, el segundo lugar, tras el oficialismo de la época, en el escrutinio definitivo de las elecciones del 28 de julio de 1957, no tenían representación.

Esa misma proporción de la ciudadanía neuquina se haría más visible aún, cuando, mediante el voto en blanco encabezó los guarismos definitivos de la primera elección de autoridades provinciales (Gobernador, Vice y Diputados), celebradas el 23 de febrero de 1958.

El 28 de noviembre de 1957 los veinticuatro convencionales, tras una última sesión que comenzó a las 14,55 del día 27 y que culminó (según el Diario de Sesiones) a las 7 y 28 de ese día, tras 16 horas de sesión con solo un cuarto intermedio, entraron en la historia grande del Neuquén al dotar a la novel Provincia, que había logrado su condición de tal por la ley 14408; de su primera Carta Magna.

Desde la distancia que permite realizar un análisis político menos teñido de acaloradas pasiones, llama la atención que un Gobierno Militar como el que ejercía el Poder en esa época permitiera la representación del Partido Comunista en el dictado de la Constitución y no de los peronistas.

Esta situación tan particular es incomprensible para el ideario que defendían los militares de la época, en plena Guerra Fría, e inmersos en la idea de la civilización occidental y cristiana.

No hay duda que eran más fuertes los odios locales que la política internacional.

Una prueba palpable de ese sentimiento es el curioso decreto que dictó el Interventor Federal en Neuquen, Capitan de Navío Ricardo Hermelo, quien ocupaba el cargo desde el 5 de octubre de 1955, ordenando conmemorar la Batalla de Caseros.

Este militar que pasará a la historia como el único marino gobernador de una provincia mediterránea como Neuquén, mediante decreto n° 457 del 31 de enero de 1956 ordena en el artículo 1° de la norma:

“Rememorar el día 3 de febrero próximo en acto público, la histórica fecha de la batalla de Caseros como reafirmación irrenunciable de los principios de libertad que animaron el brazo de las fuerzas libertadoras al mando del General Justo José de Urquiza”

El artículo 2° adhiere a la provincia a la magna fecha y el art 5° (sin desperdicio) ordena textualmente: “Embanderar o iluminar los edificios públicos e invitar a la población para que engalane el frente de sus casas con la Enseña Nacional”

Este homenaje quizás, seria de toda justicia, si no se tuviera en cuenta el primer VISTO del Decreto que se redacta en el siguiente tenor:

Que el día 3 de febrero próximo se cumple el 104° aniversario de la Batalla de Caseros, fecha aquella en que las fuerzas coligadas al mando del General Justo José de Urquiza enfrentaron a las de la tiranía, en donde la valentía, el esfuerzo y el empuje inspirados en las ansias de libertad, determinaron el triunfo rotundo de la verdad y la justicia sobre el oscuro régimen que sojuzgaba a nuestra patria, marcando el fin de la dictadura y completando el ideario de los hombres de mayo y de los que lograron y consolidaron la independencia nacional.

Que coincidentemente, la Argentina acaba de salir de otra encrucijada similar, reencontrándose con su historia, en demanda de los grandes destinos que sus próceres le asignaron. (¿????).

De cualquier manera había que descalificar al peronismo.

El Capitán Hermelo firmo el Decreto mediante el cual se llamo a Elecciones de Convencionales Constituyentes

Es de estricta justicia reconocer la honestidad intelectual y el espíritu patriótico que los Convencionales pusieron en la trascendental tarea de redactar y sancionar una Constitución que por largos años fue considerada como adelantada a su época y con un especial contenido humanístico.

Los hombres y mujeres que desde el 28 de agosto de 1957 hasta el 28 de noviembre de 1957, reunidos regularmente en el histórico edificio que se construyó para que funcionara una Delegación de la Escuela Superior Peronista, que posteriormente albergó a una Jefatura de Policía; asiento por largos años de la Honorable Legislatura Provincial y hoy edificio histórico, supieron de alegrías, duras discusiones políticas, tediosas reuniones, firmes tomas de posición, pero todo ello enmarcado en un serio y profundo sentido del deber, y concientes de la importante labor que la ciudadanía neuquina les había confiado.

Quizás una anécdota que parecería trivial marca la seriedad que los Convencionales daban a su labor

La Convención como ocurría en casi toda la sociedad de la época, era muy formal.

Por eso, desde la visión actual, pareciera como de relativa importancia un hecho que se desarrolló el día 24, que consta en el Diario de Sesiones y que se dio en los siguientes términos:

Pide la palabra el Convencional Bassi para decir:

“Es para hacer una moción, y no porque ella se cumpla o no se cumpla va a dejar de facilitar el respeto, la seriedad que a esta Convención significa. En ese sentido pido y mociono para que se nos permita sacarnos el saco. Si ello no es posible, este sector se lo pondrá de inmediato. Nada más.”

Ante esta moción el Convencional Jacob dice “Pido la palabra para referirme brevemente a las palabras del señor Convencional Bassi. En nombre de mi sector (P.S.) quería expresar que el hecho de que los señores Convencionales estén sin saco, no constituye a mi parecer una falta de respeto a los demás convencionales, sino la interpretación de la comodidad que es particular de cada uno. Por lo tanto no tengo ningún inconveniente”.

No hay duda. Eran otras épocas.













a la ciudadanía.

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